6 de octubre – Facultad de Derecho – Sala Manon Cormier


Organizado por Caroline Dufy y Hugo Flavier en el marco del Proyecto MSH Bordeaux 2022 Desestructuraciones y recomposiciones regionales en el Este de la Unión Europea: fronteras, ambiciones territoriales y mapas mentales (DESRUEE)


Las dinámicas regionales dentro y a través de las fronteras orientales de Europa han experimentado una sucesión de transformaciones revolucionarias desde la invasión de Ucrania. Estas transformaciones van desde un apoyo cada vez más abierto al esfuerzo bélico de Ucrania hasta un desacoplamiento de la economía rusa y un impulso sin precedentes para la expansión de la arquitectura de seguridad de la Unión Europea. La afluencia de millones de exiliados ucranianos a Europa del Este también desencadenó, y simultáneamente, la transformación de facto de su desdén por la inmigración, mientras que la CE y los Estados miembros acordaron formalmente acelerar la apertura de negociaciones para la membresía plena de Ucrania y Moldavia. La guerra en Ucrania representa en este sentido un conjunto particular de desafíos para los procesos (des)fronterizos en la UE y su conceptualización. En contraste, pero estrechamente relacionada, la invasión de Ucrania por Vladimir Putin combinó un inquebrantable desprecio por el derecho internacional con un compromiso con modelos de integración regional que, si bien aspiran formalmente a ser la némesis de la UE, siguen evocando la gobernanza y los mapas mentales asociados con las políticas coercitivas. integración (centrada en centros y rayos) practicada dentro de las federaciones coloniales o, más específicamente, dentro del Imperio ruso y, posteriormente, de la Unión Soviética.

Las dinámicas regionales dentro y a través de las fronteras orientales de Europa han experimentado una sucesión de transformaciones innovadoras desde la invasión de Ucrania. Estos van desde un apoyo cada vez más abierto al esfuerzo bélico de Ucrania para desvincularse de la economía rusa y un impulso sin precedentes a la expansión de la arquitectura de seguridad de la Unión Europea. La afluencia de millones de exiliados ucranianos a Europa del Este también ha desencadenado, y simultáneamente, la transformación de facto de su desprecio por la inmigración, mientras que la CE y los Estados miembros han acordado formalmente acelerar la apertura de negociaciones hacia una membresía plena de Ucrania y Moldavia. La guerra en Ucrania representa en este sentido un conjunto particular de desafíos a los procesos de (des)fronterización en la UE y su conceptualización. Por el contrario, aunque estrechamente relacionada, la invasión de Ucrania por parte de Vladimir Putin ha combinado un desprecio inquebrantable por el derecho internacional con un compromiso con patrones de integración regional que, si bien aspiran formalmente a ser la némesis de la UE, siguen evocando la gobernanza y los mapas mentales asociados con la integración coercitiva (impulsada por centros y radios) practicada dentro de las federaciones coloniales o, más específicamente, dentro del imperio ruso y, posteriormente, en la Unión Soviética.


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